El 21 de febrero se celebra el día internacional de la lengua materna. La primera lengua adquirida. Aquella con la que el hablante se identifica y es capaz de expresar mejor.
En nuestros encuentros con las familias, en el grupo de mujeres siempre nos hemos referido de forma directa o indirecta a la tarea de transmisión fundamental de las madres. Son el primer vínculo del niño con el mundo. Ellas le cantan las primeras canciones y le explican los primeros cuentos. Desde la barriga sienten sus palabras.
El niño o la niña define el día a día con la lengua de la madre. Es un acto de intimidad muy importante. La relación sentimental que establece con estas primeras palabras crea una huella imborrable. La lengua que aprenderá el niño será la herramienta fundamental para todo el aprendizaje posterior, y también le creará una identidad.
Soy la lengua que me habló mi madre.
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